miércoles, 29 de diciembre de 2010

yo prefiero, tu dices,

Prefiero ser ciega a no ver la realidad,
prefiero ser sorda a no poder oír esa dulce voz,
prefiero ser muda a no decir todas las palabras que viven en mí,
prefiero ser muchas otras cosas ha no hacerlas mientras pueda.



Tantas acciones en tantas horas y días,
cuántos días habré vivido ya que no recuerdo donde empezó.
Tantas acciones diría yo, cuántas valen la pena dirías tú.

Tanto tiempo avanzó, cientos de personas llegaron,
con muchas chocamos, a otras las dejamos en el pasado,
con cuántas vives hoy.

Prefiero estar muerta a que vivir muriendo,
prefiero sonreír y saltar en vez de llorar cada vez,
prefiero mirar a tanta gente vivir, mientras otros le pusieron al suelo hogar,
con tantos hogares que pudieran existir,
cuántos viven hoy.

Prefiero, prefiero, prefiero,
una misma voz, una misma palabra dicha tantas veces,
¿Con cuál de las tres te quedas hoy?
La segunda sonó mejor, el significado igual se perdió,
prefiero sin cumplir,
cumplir me suele cansar.

Cansar,
la palabra que me agobió; sin embargo, la que destruí,
empecé a vivir sin preocupaciones,
un mundo donde el hogar, fue mi elección,
donde el preferir, significa cumplir.