Crees que puedes desaparecer,
pero la vida no fue para eso,
si quieres irte sin dejar una nota en la sala,
ve,
no tengo nada que decir,
sólo fuiste la luz,
que se desvanece entre la noche y el día,
justo en el instante que ya nada se puede ver.

Si corres, es verdad, quizás nunca pueda llegar;
pero, recuerdo aún el díaen que llegaste por mi.
Me miraste y te miré,
miradas entrelazadas sin palabra alguna,
tanto miedo al rededor,
incapaces de soltar un cierto sol,
todo da vueltas,
incluso el aire que repiro.

Y puedo, sé que puedo más, y corres,
se que esto puedo no tener final,
si llegaste sin razón,
prefiero que sigas aca,
no importa si sabes o no,
algún día alguien lo explicará.
Por ahora, respira, podemos esperar.

¿Debo decirle a la luna que existes
o es que acaso ella sabía de la existencia antes que yo?
¿Estoy atrás como silueta frente al mar,
o soy un reflejo que aún no se logra concretar?

Tengo que afirmar que eres parte de mi,
olvidar que te conocí,
vivir pensando en que dejas de ser humano
y te conviertes en carne y pecado.

Si sale el sol mañana,
prometo que callaré,
sólo debo de oler el mismo despertar
y oír el ayer que dejaste sonar.

Sino sales de mi,
di entonces qué eres,
solo nombra la simple palabra que me cuesta repetir,
acepta mejor quién eres en esta vida hoy.

Cada tres pasos, un color,

cada cierre de ojos, una nueva forma,

cada respirar, un distinto olor,

cada silencio, un nuevo sonido.

Todo aparece dentro de mi,

poco a poco llega a mi,

voces nuevas, nuevos despertar,

voces en mi mente, que aún logro recordar.

Sonrisas que llegaron,

lágrimas que se fueron,

ya no no están más,

colores nuevos en cada altar ▼,

el clima está cambiando dentro mi,

el día estar por venir.

. . . ▼ El mirar hacia arriba en un espacio abierto, encontrar formas nuevas en la naturaleza libre, sin espacio que molesten el mirar.

desconocidos.

Sentados en el mismo lugar,
dejamos de respirar de casualidad el mismo aire,
mientras se cruzan las miradas, yo no vi nada,
tu no viste nada, no hubo tiempo alguno para mirar.
Respirando aires distintos,
una pared crece,
crece entre tu y yo.
Nadie sabe como evitarlo, cómo hacer para que no esté más,
nadie sabe como empezar a romperla,
o quizás, nadie quiere hacerlo.
Respirando en el mismo lugar aires distintos,
dejo de saber si sé con quien estoy.

Un respiro,

Zapatos blancos caminando
vienen hacia mi lentamente,
casi no puedo escuchar nada,
no logro ver, estoy de espaldas;
pero, siento, siento, siento que vienen por mi.

Un velero por el mar,
lo veo tanto que solo pienso que es mío,
la mirada se apodera tanto que todo es mío,
no quiero ser egoísta, tan solo soñadora de mi país.

Nuevos pasos en el mar,
se siente como estar en las nubes,
flotando y creando, imposible el sentir el piso.
Nuevos caminos, un nuevo andar,
todo a mi manera, el nuevo despertar.
Nuevo, nueva, palabras del presente, de la vida y hoy.

Cambiar pasará,
retroceder, algún día,
avanzar, desde que pude abrir los ojos,
y al cerrarlos, tan solo será una pausa a mi respirar diario.

salta capitán,

Hoy las ventanas se cerraron, al igual que un simple pulmón, respira y respira mientras el aire deja de entrar, sentía que vivía pero poco a poco morías, al menos aún, las sonrisas quedaban.
Tan solo quería correr por la ciudad en busca de alguien, ese alguien no tan desconocido, en realidad, de ti. Las palabras sobraban, los pensamientos rebalsaban, faltaban letras para escribir lo que pensaba; pero, en ese momento, eras tú quien había robado toda la inspiración.
Sentada en nuevo lugar por primera vez, caras desconocidas, voces de alegría, dulces melodías, pensé y lloré, grité y amé, y lo que más supe hacer, fue extrañar, extrañar a esa voz que da vueltas en mi cabeza y en realidad, no sé si quiera cuál es.
Empiezo a crecer en esta habitación, la más pequeña de todo ese lugar, de pronto mi cabeza choca con el techo, casi ya no puedo respirar y empiezo a soñar... recuerdo, del día que miraba el mar, con los ojos puestos en él, nada me podía distraer, tan sólo el sonido de las olas rebotando sin parar, chocando roca con roca, y ahí estaba la persona que vivía sin vivir, que gritaba para no ser oído, todo lo que más hacía, terminaba siendo invisible y lo último que logré escuchar fue: "salta capitán, salta".

un mismo planeta,

En verano convertí los días en noches y las noches, en días.
Salí a caminar con los ojos, y a mirar con los pies, sentía y vivía, respiraba y mordía, miraba a tantos cantar que olvidé como empezar a hablar.

Todo parecía un enredo, una silueta casi desaparecida, sombras y manchas caminantes sin destino, tan solo voces que se reían y no conocían el final. Todo puede parar, solía escuchar, todo siempre se da por finalizado; sin embargo, esta vez, sentía que nada parecido llegaría, nuevas sensaciones invadían mis venas, la sangre recorrer, y como si fuera poco, los latidos de mi corazón, empezaban a gotear.

Miraba y soñaba, como de costumbre, tenía los ojos abiertos pero seguía dormida, pensaba e imaginaba cuánta maravilla y desperdicio en el mismo espacio, tantas luces iban y venían, tantos pasos que se alejaban y acercaban, todo parecía, un sueño realista, dos mundos paralelos encontrándose por primera vez en la misma habitación, la ciudad, vida real.

Calle Vida Real, 2011, dpto. nube gris a punto de llover.