Tal vez naciste de la Tierra, del lugar que ya nadie desea, del olvido y deshonra que se suele vivir.
Apareciste de la luz que aun dice que puedo respirar.
Eres del color del cielo, de la esperanza que me faltaba swntir.
Eres el aire del dia y el sol de noche.
Puedo sentir que quiero vivir como ellas, tan libres y en el cielo, alas de la vida, imparables e intocables.
Solo queda decir que es la noche quien llena las horas del vivir, de un mismo latir
21 de octubre, 2011
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