jueves, 18 de julio de 2013

últimamente sólo tengo ganas

 de tu piel

del mar

y de llorar

 es tiempo de volver

domingo, 19 de mayo de 2013

elemento uno

Mis pies nacen sobre el agua,
corriente sabia,
líquida verdadera.

Me alejo del lugar,
me sigue hasta aquí,
acompañan mi porqué
pero juntos, extrañamos.

La necesitamos en la piel,
el fluir de la sangre,
agua salada,
no avanza sin mis pies.

Caminamos de la mano, 
volvemos a nacer,
una barrera no existe más.

El agua es mi ser,
sol de vida,
liz natural.

domingo, 4 de noviembre de 2012

soy más de uno

Ya no sé si soy tres,
si soy dos,
una,
diez,
cero.

Ya no sé si soy o no soy,
dos almas habitando la misma piel,
piel que arde en el día de invierno,
en el día gris,
quema, quema en realidad.

Dos seres inhumanos,
tres almas peleando por ser,
ser alguien que ya dejaron de ser,
una partida en tres,
al igual que él,
tres.

Siempre fueron tres
y nadie quiso nunca saber cuántos vivieron.
No dos, ni uno.

martes, 16 de octubre de 2012

Habrá que descalzarnos esta vez para sentirnos al fin,
para llegar al inicio del círculo,
la vuelta sin fin,
finita dentro de mi.

Habrá que olvidar como caer,
para sentir de pies,
para sentir con el cuerpo y no con el dolor.

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sábado, 22 de septiembre de 2012

adictos de piel

Hace días que siento el dolor humano
(yo confieso ser humano)
La piel, y no de casualidad,
quema y se incendia,
pide a gritos de dolor la resurrección.

El vivir con la cabeza olvidada
ha traído en realidad nuevas vidas,
almas viejas caminantes,
juntas una vez más en busca de direcciones
(direcciones cambiantes sin rumbo real).

Ya no se puede andar con la cabeza puesta
(y si es que la tuviera, todavía no la puedo sentir).

Estar en el fondo del mar, 
a veces hace bien, a veces, no.




jueves, 16 de agosto de 2012

cuando yo no creía,

apareciste,
entre sábanas blancas,
casi inalcanzables como las nubes que veo partir.

Recuerdo los días en que las lágrimas caían,
en que eran los rostros los mojados
y no las urbes de la piel.

Tu sonrisa aparece,
tu voz ha decidido volver;
pero, esta vez, no se irá a ningún lugar.

lunes, 16 de julio de 2012

Tal vez hoy te vea bailando sobre la luna
cuando caiga sobre mi cama y sea mi pelo quien roce mi cuello,
suavemente,
tan suave como el sonido del mar que se pierde lentamente en mi vista.