jueves, 15 de julio de 2010

El cambio diario,


Una pieza tapó otra,
una obra robó la anterior,
una persona reemplazó a otra
¿y si las nuevas empiezan a ser mejores?

Es un círculo el cual no son muchos los que lo quieren conocer,
tienen miedo pues de la vida en general
¿por qué enfrentarse cuando se puede huir?
La respuesta es simple, vagancia.

Ella tenía alas, tenía libertad, la vida más libre,
no sabía a donde ir, a donde llegar; pero, podía escapar.
Vivía como uno puede vivir,
era capaz de pararse y continuar con todo, adivinen que,
no quería nada de ello; tan solo, quedarse donde estaba y quizás, algún día,
ser encontrada.
No debía importar quien la encontraría,
pues quien lo hiciera, tendría el valor más grande de la vida,
hallar a alguien especial que dejó de serlo desde el día que decidió ser encontrada.

Camina camina y camina por la calle,
vieja vencidad, calles tristes y abandonadas que ya no sirven más.
Todo cambió,
desde aquel pelo que solía ser marrón hasta esa persona quien solía ser un extraño.
El mundo de pronto se hizo mejor,
pues el mal decidió al fin huir y todo brillaba como multicolor.
Y si se enamoró, qué
¿acaso fuiste tu quién le dio importancia?
Déjala vivir,
déjala ser quien es,
porque si ella es así,
encontró lo que muchos no,
su propia libertad,
la libertad que algunos no quieren aceptar para el bien.

1 comentario:

.andrea. dijo...

poema autobiografico? ..yo creo que si.