miércoles, 6 de abril de 2011

un mismo planeta,

En verano convertí los días en noches y las noches, en días.
Salí a caminar con los ojos, y a mirar con los pies, sentía y vivía, respiraba y mordía, miraba a tantos cantar que o
lvidé como empezar a hablar.
Todo parecía un enredo, una silueta casi desaparecida, sombras y manchas caminantes sin destino, tan solo voces que se reían y no conocían el final. Todo puede parar, solía escuchar, todo siempre se da por finalizado; sin embargo, esta vez, sentía que nada parecido llegaría, nuevas sensaciones invadían mis venas, la sangre recorrer, y como si fuera poco, los latidos de mi corazón, empezaban a gotear.

Miraba y soñaba, como de costumbre, tenía los ojos abiertos pero seguía dormida, pensaba e imaginaba cuánta maravilla y desperdicio en el mismo espacio, tantas luces iban y venían, tantos pasos que se alejaban y acercaban, todo parecía, un sueño realista, dos mundos paralelos encontrándose por primera vez en la misma habitación, la ciudad, vida real.

Calle Vida Real, 2011, dpto. nube gris a punto de llover.

No hay comentarios: