jueves, 5 de enero de 2012

Debo empezar a creer que, después de todo, la vida parece ser más normal.
Si cierro los ojos, veo tan solo, pura realidad,
si respiro lentamente, me puedo concentrar,
si mis manos se mueven, es porque tienen algo que contar.

Debo sentir que el verde se convierte,
en un todo o en la nada,
que la nada al ser tan blanca y pura, tiene mucho más para decir,
tanto más que de pronto, puede callar.

Debo permanecer callada, o tal vez gritar en cada batalla,
en cada momento que nuestras voces se mezclan, y como si nada,
ambas desaparecen.

Debo cerrar los ojos para ver pura realidad,
verdes cristales que roban luz de arriba,
que tan solo dan señales que aún queda mucho más por admirar.

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